Existen varios tipos de barcos de los cuales tenemos constancia: las gaulas, los barcos de guerra y los hippoi.
Las gaulas son el navío comercial fenicio por excelencia, su nombre procede del griego y se traduce como bañeras, probablemente por su forma, ya que eran barcos muy panzudos.
Estos barcos tienen como principal virtud su capacidad de carga (muy elevada), ya que en ocasiones y según algunos textos antiguos podían llegar a transportar hasta 500 toneladas. La propulsión de estas naves se realizaba sobre todo a vela y dependía casi exclusivamente de la fuerza del viento. El número de remeros a bordo era muy reducido (ya que estos solo tendrían la función de hacer maniobrar la nave para la entrada en el puerto). Estos barcos se usaban sobre todo para la navegación de altura, ya que podían llevar muchos suministros a bordo y son bastante difíciles para maniobrar, por lo que acercarse a la costa con ellos no era la mejor opción.
Los barcos de guerra se pueden dividir en dos grupos: birremes y trirremes.
La principal diferencia entre estos tipos de barcos es el numero de filas de remeros que poseían, siendo en los birremes dos filas y en los trirremes tres. El número de remeros podía llegar hasta 170, lo que es un claro indicativo de que la forma principal de propulsión de estas naves no era la vela, sino el remo. Esto es debido a que con el remo no se depende del viento y la maniobrabilidad es mucho mayor, además de que se puede alcanzar una velocidad más elevada.
Una característica de estos barcos es la presencia del espolón, que servia para embestir por el costado a otras naves y causar un gran daño en su estructura.
Por último, el tercer tipo de barco fenicio sería el hippoi. Se trata de una embarcación de pequeña envergadura mucho menor que las gaulas y de propulsión mixta (vela y remo). Estas naves estaban dedicadas principalmente a la pesca y a la navegación de cabotaje para cubrir distancias relativamente cortas, por lo que no serían aptas para la navegación de altura.
El elemento mas distintivo de estas naves es la cabeza de caballo que llevaría tallada en la proa, de ahí su nombre, aunque también esto podría ser un elemento distintivo sobre la nacionalidad del barco.
Un elemento común en todos estos barcos es el tipo de timón que poseen, llamado timón de espadilla, que consiste en la fijación de un remo generalmente en el estribor de la nave, para así gobernarla con mayor facilidad.
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